Actualmente nuestro teléfono móvil ha dejado de ser un mero pisapapeles más en nuestros escritorios evolucionando por selección natural hasta convertirse en una prolongación de nuestro cuerpo. Y dado el uso masivo de estos dispositivos, se hace imprescindible que cada terminal presuma de una autonomía que nos permita, como mínimo y dándole un uso normal, pasar un día entero sin tener que preocuparnos de enchufarlo a la corriente. Dos jornadas para los más exigentes. Tres, para los más quijotescos.
Veámos cuáles son las recomendaciones que hacen los expertos para tratar de prolongar la "vida" de la batería durante toda una jornada.
1) ¿Consume mucha batería tener activado el 4G?
Consideremos el supuesto de que nos hallemos en una zona de igualdad de cobertura, esto es, cuando en los alrededores existan antenas que nos permitan conectarnos tanto a redes 4G como 3G. La velocidad de cuarta generación consume, por lo general y dependiendo de varios factores (frecuencia utilizada, cobertura, potencia de la señal...), menos batería que la conexión 3G.
La tecnología 4G (Lte) sustituirá, tarde o temprano, a la 3G |
Por esta razón, sólo merecerá realmente la pena tener activada esta tecnología cuando se tenga la certeza de estar en una zona con cobertura 4G.
2) ¿Restan mucha autonomía las notificaciones de Whatsapp, Facebook, etc?
Por todos es sabido que dejar los faros de los coches encendidos durante la noche, puede hacer que al día siguiente tengas que llamar a un amigo y usar unas pinzas. Y obviamente, un "pilotito" que emite luz en un móvil, no iba a ser menos.
Aun así, el consumo de la tecnología LED es relativamente bajo. No obstante, cuantas más notificaciones se deseen recibir, más energía se utilizará para este fin. Por lo tanto, es mejor activar únicamente los avisos luminosos que realmente sean necesarios.
3) ¿Ir cerrando 'apps' cuando no las estamos usando es sinónimo de ahorro de energía?
Por regla general, y aunque se piense lo contrario, la herramienta multitarea (las aplicaciones enviadas al fondo que no se cierran) consume energía de manera muy limitada. El número de apps que un smartphone es capaz de ejecutar al mismo tiempo dependerá de la cantidad de núcleos que contenga su procesador.
Por ejemplo, en iOS las aplicaciones encendidas pero pasadas a fondo (no están siendo usadas activamente) consumen muy pocos recursos.
En Android y Windows Phone, donde estas apps dejadas a un lado consumen algo más de batería, sí que es aconsejable ir cerrándolas si no se van a utilizar. Ya no para ahorrar batería, sino para hacer un mejor uso de la memoria del teléfono.
4) ¿El brillo de la pantalla o el número de 'widgets' en los múltiples escritorios consumen mucha batería?
La pantalla de nuestro móvil es el componente que más batería consume y un mayor brillo requerirá de mayor cantidad de energía. Por esta razón, sólo es aconsejable aumentar el brillo cuando la luz ambiental sea tan intensa que no permita ver con claridad (y comodidad) la pantalla de nuestro teléfono.
Si se desea ahorrar en autonomía, es aconsejable usar el nivel de brillo más bajo posible en tanto en cuanto se acomode a nuestra visión. No obstante, los móviles de última generación están dotados de un sensor de luminosidad que permite ajustar el brillo automáticamente.
Por su parte, con los widgets sucede lo mismo que con las apps de fondo, no consumen excesiva batería, pero si tienen que actualizar información constantemente, necesitarán más recursos del sistema (procesador, memoria, etc.) y, por ende, más energía.
5) ¿Debo dejar que la batería se descargue completamente antes de volver a cargarla?
Si la angustia por salir de casa con un 30% de batería en tu móvil te nubla la visión de futuro, tranquilo, puedes cargarlo unas horas antes de irte sin que éste explote. Esto es así porque la mayor cantidad de baterías que vienen incorporadas a los teléfonos móviles que adquirimos actualmente son de iones de litio (Li-ion), que no sufren el conocido "efecto memoria" que sí padecían las de níquel.
Por este proceso, cuando cargábamos una batería que no se había descargado por completo, se creaban internamente unos cristales en su interior debido a una reacción química al calentarse la batería por su uso o debido a estas malas cargas.
Con las "Li-ion", este fenómeno no sólo desaparece, sino que además puede ser perjudicial para la vida útil dejar que las baterías se descarguen por completo. Por esta razón, los sistemas operativos modernos apagan el teléfono cuando se ronda el 5% de carga.
6) ¿Afecta a la batería dejar más tiempo enchufado el móvil cuando éste ya se ha cargado al 100%?
Si somos dueños de una batería que funciona en perfectas condiciones, no tendría que producirse problema alguno. De hecho, tienen un límite de vida (un total de recargas completas) que oscila en torno a las 1.000 recargas (que se resumen en tres años de uso del dispositivo) y a partir del cual empiezan a cargar menos electricidad progresivamente.
Así que, si nos vamos a acostar dejando el móvil enchufado y temiendo que en lugar de despertarnos la alarma lo haga la explosión del terminal, también podemos respirar tranquilos. No obstante es aconsejable, si se puede, desconectarlo cuando esté totalmente cargado porque la batería puede calentarse y las temperaturas altas pueden degradarla, reduciendo así su vida útil.
7) ¿Hay que dejar que la batería se cargue completamente antes de desconectar el móvil?
En el caso de que sólo se disponga de un tiempo determinado para enchufar un teléfono que pida constantemente una "dosis" de electricidad (con sus relajantes notificaciones rojas), relax. Se le puede conceder el capricho. Esto de cargar el móvil hasta el 100% ya no se aplica a las baterías de iones de litio, así que se puede retirar mucho antes.
De hecho, puede cargarse la batería de manera parcial y el total de recargas aseguradas por el fabricante antes de perder almacenamiento seguirá siendo el mismo.
8) ¿Es mejor cargar la batería con el teléfono apagado?
El mito de apagar el dispositivo a la hora de cargarlo también se extingue. El smartphone puede estar encendido e incluso podemos utilizarlo mientras se carga. No obstante, es aconsejable no ejecutar aplicaciones que consuman excesivos recursos, como juegos o reproducción de vídeos, mientras está enchufado a la corriente. Tomando estas precauciones evitaremos que la batería se sobrecaliente en exceso, afectando a su rendimiento y vida útil.
9) Si estamos en casa y disponemos de conexión Wi-Fi, ¿qué es más aconsejable tener activado para ahorrar batería, la tarifa de datos o el propio Wi-Fi?
Para saber qué tecnología consume más batería de nuestro teléfono hay que tener muchos factores en cuenta. Pero, por norma general, consume más la conexión Wi-Fi que la tarifa de datos. Sin embargo, enfrentando los términos, la conexión inalámbrica gasta más por minuto independientemente de que ésta se encuentre activa o en reposo, mientras que la tarifa de datos (3G, 4G, etc.) gasta más energía por mega transferido.
Todo esto viene a querer decir que en el uso del teléfono para la navegación, la red Wi-Fi es la más indicada. Mientras que cuando el móvil esté de adorno encima de la mesa, recibiendo notificaciones a lo sumo, la tarifa de datos es nuestra mejor aliada. No obstante, estar cambiando de una conexión a otra es un proceso bastante tedioso (máxime cuando queremos escribir un par de líneas en Whatsapp).
Así todo, dado que los planes de telefonía móvil suelen tener limitaciones mensuales en la transferencia de datos, es aconsejable utilizar conexiones Wi-Fi para no exceder ese límite.
10) ¿Es mejor apagar el Wi-Fi cuando sepamos que no hay una antena cerca a la que poder conectarse? (Es decir, por la calle)
En efecto. Los teléfonos modernos siempre permanecen "a la escucha" para identificar redes inalámbricas que estén dentro de su radio de alcance. Y este proceso de "saltos" entre las diferentes zonas de accesibilidad Wi-Fi hace que la batería vaya perdiendo energía.
Por esta razón siempre es aconsejable que desconectemos la conectividad inalámbrica cuando sabemos que no vamos a usarla, para que el móvil no busque siempre conectarse. Al mismo tiempo, esto nos reporta un plus de seguridad y privacidad, dado que nuestro smartphone no estará compartiendo información con "routers" inalámbricos que se encuentren en las proximidades.
En definitiva, las técnicas para ahorrar en autonomía son un auténtico "trabajo de chinos": hay que recordar demasiadas funcionalidades, activar y desactivar otras tantas y, en general, estar preocupado de más por unos cuantos miliamperios de menos. Por lo que, en términos generales y dependiendo de cada usuario y estilo de vida, para economizar la batería de tu smartphone debería bastar con desactivar lo que no se necesite. ¡Buen ahorro!