jueves, 13 de junio de 2013

Tenía que pasar


Al final tenía que pasar. Internet y las redes sociales han centralizado nuestras vidas. Desde el mismo momento en el que uno ve a cuatro adolescentes sentados a una mesa, todos ellos cabizbajos, mirando sus teléfonos móviles, asumimos que las relaciones humanas están cambiando (para más señas, puede verse el primer capítulo de la segunda temporada de la fabulosa serie británica Black Mirror). Es más, hay un "juego", muy extendido entre la gente de mediana edad (ese arco inmenso entre los veintimuchos y los cincuenta y pocos), que consiste en que, durante una cena o un tapa y caña por el centro, se ponen los teléfonos boca abajo sobre la barra y la primera persona que mire el suyo paga la siguiente ronda.

Hace unas semanas, la red social de microblogging Twitter cumplió siete años. Hoy por hoy, sea por estar al día o por seguir a Justin Bieber, una gran mayoría de gente tiene cuenta en Twitter. Y entre los más jóvenes el uso es mayor, a pesar de que a veces se emplee como chat. Ya ven, los profesores de Lengua preocupados porque los jóvenes leen poco, cuando realmente leen y escriben más que nunca. Otra cosa es que nos guste lo que leen y cómo lo escriben. Si restamos las siete u ocho horas de sueño y las cinco o seis que se pasan en el instituto, ¿cuántas de las horas restantes las pasan tuiteando aquello que ven o piensan, compartiendo fotos por Instagram con mensajes reducidos de su mundo, criticando desde el sofá el programa o el tronista de turno y "guasapeando" con sus compañeros de clase? Una detrás de otra, muchísimas horas. Sin embargo, el lenguaje que utilizan no es el más apropiado: abreviaturas, faltas de ortografía, acrónimos traídos del inglés... Si la abreviatura podía tener su razón de ser en aquellos SMS de 160 caracteres, por temas de ahorro (aunque a mí no me miren, que yo siempre escribí con todas las letras, y hasta poniendo espacio después de los signos de puntuación, costara lo que costase), ahora parece que más: Twitter solo nos deja 140 caracteres para decir algo y, si restamos menciones, etiquetas y demás, incluso menos. Pero eso, que podría ser un impedimento, debería significar un doble esfuerzo. Si aprendemos a sintetizar nuestro mensaje, quizá nos pararíamos a pensar sobre lo que tuiteamos y cómo lo tuiteamos. En Twitter (en Internet en general), sin nadie que escuche nuestra voz y nos vea físicamente, nuestra carta de presentación es la ortografía. ¿A que no iríamos a pedir trabajo con la camisa sucia o una mancha de mermelada en el currículo?

Enlazado con los problemas de espacio, y aprovechando que el inglés es la lengua común en Internet, de un tiempo a esta parte vienen colándose en correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, actualizaciones en Facebook o tuits, los acrónimos, todos ellos procedentes de la lengua inglesa. Desde el LOL (laughing out loud, reírse a carcajadas), hasta el ASAP (as soon as possible, tan pronto como sea posible), pasando por el WTF (what the fuck?, ¿pero qué narices?, en versión descafeinada) o el TGIF (Thank God It's Friday, gracias a Dios es viernes). El último acrónimo que se ha colado en Twitter, según nos advertía The Washington Post en un artículo del pasado año, es YOLO: You Only Live Once (solo vives una vez). Un acrónimo que podría ser la definición perfecta de toda una generación. Nacidos a partir del noventa y muchos, con apenas trece o catorce años, llenan esta red social de mensajes de apoyo a sus ídolos musicales y convierten, en apenas unos minutos, un programa de televisión o la noticia de una nueva canción en tendencia nacional. YOLO es el "Solo se vive una vez" que cantaban las hermanas Azúcar Moreno o, algo antes, Gabinete Caligari. El Carpe Diem de toda la vida, vamos, el que Horacio escribió en el siglo I a. C.

Tras el repetido discurso de que fuimos (nosotros, los que nacimos en los ochenta y pocos) la generación más preparada de la historia, estamos asistiendo ahora a una generación, la de los YOLO, que, viendo cómo está el panorama, tiene el peligro de dejarse llevar por la corriente de desilusión y desgana. Pero son ellos los que tendrán que poner la primera piedra para la recuperación económica y moral de nuestro país. Debemos hacer un cambio de rumbo total, un viraje repentino para escucharles y atender lo que nos tienen que decir. Porque, en medio de todas esas menciones a cantantes de moda y retuiteos de frases de películas, está la voz de toda una generación. Y, si nos paramos a leerles (porque su hábitat natural es Twitter), comprobaremos que hablan con auténtica sensatez, saben lo que quieren y, como siempre a esas edades, necesitan sentir que son valorados. Al fin y al cabo, y eso ellos ya lo han entendido, solo se vive una vez.

Diario Información
3 de mayo de 1013

miércoles, 15 de mayo de 2013

TVE en el I.E.S. Rafal

El pasado 7 de mayo tuvimos la visita en el I.E.S. Rafal de un equipo de TVE que, durante todo el día, grabó secuencias del edificio y de la actividad diaria que alumnos y profesores desarrollan en él. El objetivo del equipo de TVE era obtener material gráfico que se usará para elaborar un documental sobre arquetuctura contemporánea y que, previsiblemente, se emitirá en televisión sobre el otoño de 2013.

Y es que no podemos olvidar que el edificio proyectado por el arquitecto Franciso Leiva fue condecorado con el prestigiso premio FAD de arquitectura en el año 2010. 

Ver fotos del edificio en Picasa

miércoles, 24 de abril de 2013

¿Es segura mi WIFI?



Antes de empezar es importante señalar que el uso de redes Wifi de propiedad ajena está penado por la ley, ya estén o no encriptadas por el dueño o propietario de la conexión, puesto que es él quien paga por el servicio.
En las redes Wifi (inalámbricas), dado que el medio utilizado para la conexión de los dispositivos es el aire, pueden llegar a conectarse usuarios no autorizados. Por eso, todos los fabricantes de routers, incorporan un sistema de seguridad Wifi mediante claves: WEP, WPA, WPA2, etc.
No obstante, en Internet ya se pueden encontrar tutoriales y programas de escaneo de IP y paquetes contenedores de las claves de los routers, que hacen que cada día nuestras redes domésticas estén más desprotegidas, y lo que es peor, que suframos la reducción de ancho de banda cuando alguien roba nuestra señal.

¿Tengo algún pirata en mi WIFI?
No siempre que percibimos que la conexión va demasiado lenta, debemos de sospechar de un vecino, al que culpamos de robar la conexión Wifi, ya que en la mayoría de las ocasiones, estas bajadas de velocidad de conexión, se deben a la acción de elementos como firewalls internos de nuestro ISP que filtran nuestro tráfico, virus, servidores web lentos, etc.

En todo caso, si las sospechas no nos dejan dormir tranquilos, podemos realizar unos simples pasos para detectar si tenemos un intruso aprovechándose de nuestra Wifi mediante la configuración DHCP del router.

Detección de intrusos en la red Wifi
El método que os propongo para detectar intrusos en la red Wifi, se basa en el registro constante que realiza el router de las IPs y direcciones MAC asociadas a él. Para ello, comprobaremos esto accediendo a su configuración del modo siguiente:

  • Para entrar en tu router, escribe esto en el navegador: http://192.168.1.1 (La mayoría de ellos responde a esta dirección).
  • Introducir el nombre de usuario y contraseña: Suele venir en una etiqueta debajo del router, si no, por defecto suele ser la combinación admin: admin, o admin: 1234.
  • Buscar las opciones DHCP en los menús del router: Cada modelo presenta el menú de una forma distinta, pero no te preocupes que está a la vista. El DHCP es un servicio de red, que asigna automáticamente una IP a cada equipo que se conecte a él.
  • Una vez que accedes al cuadro de direcciones IP y MAC asociadas a tu red, debes de identificar el/los equipos que pertenecen a tu propiedad, y que por lo tanto están autorizados.
Si observas que existe alguna dirección IP o Host Name (nombre del equipo conectado) que no pertenece a alguno de tus equipos autorizados, entonces estarás ante un intruso en tu red Wifi.

Algunos consejos para proteger tu red Wifi:
  • Encriptar el router con el protocolo WPA2, que sin lugar a dudas, es el más seguro.
  • Excluir por defecto todas las conexiones, dejando de forma manual, solamente nuestro/s equipo/s.
  • Para los más escépticos, lo mejor será que desactiven la conectividad Wifi y conecten su equipo mediante cable de red RJ45 (el más seguro de todos los trucos).

NOTA:
Si no te quedas muy tranquilo después de efectuar los pasos descritos, puedes realizar la prueba de oro: apaga tu ordenador y observa si los pilotos de tráfico de red del router muestran actividad. Si ves que parpadean mucho, no hay duda de que se han introducido en tu Wifi.

martes, 23 de abril de 2013

Datos confidenciales en ordenadores públicos


Es muy normal en los tiempos que corren, encontrar redes Wifi gratis y ordenadores públicos situados en ciber, bibliotecas, restaurantes, etc. Estos servicios muestran el avance social que existe con respecto al uso de Internet, pero como ya sabemos, la seguridad de nuestros datos al utilizar redes Wifi públicas (redes privadas virtuales, etc.) u ordenadores públicos, se puede ver comprometida con más facilidad de lo que creemos.

Por ello, hay que tener ciertas precauciones siempre que hagamos uso de nuestros datos y contraseñas en lugares públicos, porque nunca se sabe que sistemas o trampas existen detrás de estos servicios aparentemente inofensivos.

Así, vamos a ver una serie de precauciones que debemos de tener para aumentar la seguridad de nuestros datos.

Datos bancarios
Es importante no dejar huellas personales en un ordenador público o ajeno a nuestra propiedad, ya que el uso momentáneo de alguno de estos equipos, puede provocar el robo de dichos datos por troyanos.

Por tanto, si el equipo no pertenece a alguien de confianza, lo mejor es no efectuar transferencias bancarias online, escribir los dígitos de una tarjeta bancaria, etc.

Contraseñas
Al navegar por Internet en un ordenador público, es muy normal que revisemos el correo y que tengamos que introducir nuestro nombre de usuario y contraseña.
Generalmente, un cuadro de diálogo salta en la pantalla con la petición de recordar nuestros datos, y por desgracia, alguno de los que encontramos diariamente, vienen con la casilla de almacenamiento de datos activada, por lo que tendremos que estar pendientes en este punto, para desmarcar dicha acción.

Navegación privada
 
Otra de las precauciones que debemos tener cuando utilizamos un ordenador público, es que tras utilizar el equipo, el próximo usuario no pueda rastrear y acceder a nuestros datos con sólo un clic mediante el uso del historial y las cookies almacenadas.

Para evitar esto, la mayoría de los navegadores ofrecen el método de navegación privada. Este método evita que tras cerrar el navegador, dejemos datos o historial posible que pueda ser consultado por otra persona.
Aún así, lo ideal es llevar un pendrive con un navegador portable propio, así evitaremos introducir datos en el navegador del PC público.

Seguridad en redes Wifi públicas
Como todos sabemos, la seguridad de las redes Wifi está más que cuestionada, pero si nos referimos a redes Wifi gratuitas o públicas, la cosa empeora aún más.

Así, existen también una serie de medidas o precauciones que debemos tener en cuenta cuando vamos a utilizar un red Wifi pública.

Firewall
Al utilizar una red Wifi pública, es imprescindible que tengamos instalado un firewall potente y efectivo, con el objetivo de impedir que otros usuarios que se encuentren conectados a la misma red, puedan acceder a nuestras carpetas o equipo.

Encriptación
Por desgracia, la mayoría de los hackers que operan en redes públicas, consiguen saltarse hasta los firewall más potentes, así que como medida extra y sobre todo para personas que suelan utilizar este tipo de redes normalmente, es conveniente proteger mediante encriptación y contraseña aquellas carpetas que contengan documentos de valor o información personal.

 
Receptor Wifi

Aunque parezca obvio, algunas personas dejan conectado el receptor Wifi en redes Wifi públicas aún cuando no están navegando.
Este hábito, además de aumentar el consumo de batería de nuestro portátil o netbook, puede exponer dicho equipo a ataques hackers en situaciones que podríamos evitar.