domingo, 14 de junio de 2015

¡Levanta la vista del móvil!

Que levante la mano quien consulte su Whatsapp cuando se encuentra en una reunión, comiendo en un restaurante o de visita en el cuarto de baño. Quien eche un vistazo a sus redes sociales antes de pegar el ojo o encienda su dispositivo cada dos por tres. Quien aparente cierta actividad por puro disimulo. Quien teclee en sus cacharros un “ja, ja”, se palpe el bolsillo para cerciorarse de que sale de casa con teléfono o se agobie cuando sólo le queda un 30 por ciento de batería en su teléfono.

Que alce el brazo de quien consulte su smartphone cuando alguien al lado lo hace o responde mensajes en el metro, autobús y hasta cuando viaja al volante. Que levante la mano quien ya haya jubilado su libro de cabecera por la tableta, quien camine por la calle mirando el paisaje de su pantalla, quien detenga el mundo ante el silbido de un mensaje... o quien haya olvidado la última vez que pasó 24 horas sin mirar su dichoso gadget. Posiblemente muchos han levantado la mano y no han tenido ocasión de bajarla durante este párrafo.

jueves, 7 de mayo de 2015

Cómo prolongar la vida útil de la batería de nuestro smartphone


Direfentes tipos de baterías
Diferentes tipos de baterías
Actualmente nuestro teléfono móvil ha dejado de ser un mero pisapapeles más en nuestros escritorios evolucionando por selección natural hasta convertirse en una prolongación de nuestro cuerpo. Y dado el uso masivo de estos dispositivos, se hace imprescindible que cada terminal presuma de una autonomía que nos permita, como mínimo y dándole un uso normal, pasar un día entero sin tener que preocuparnos de enchufarlo a la corriente. Dos jornadas para los más exigentes. Tres, para los más quijotescos.

Veámos cuáles son las recomendaciones que hacen los expertos para tratar de prolongar la "vida" de la batería durante toda una jornada.

1) ¿Consume mucha batería tener activado el 4G?

Consideremos el supuesto de que nos hallemos en una zona de igualdad de cobertura, esto es, cuando en los alrededores existan antenas que nos permitan conectarnos tanto a redes 4G como 3G. La velocidad de cuarta generación consume, por lo general y dependiendo de varios factores (frecuencia utilizada, cobertura, potencia de la señal...), menos batería que la conexión 3G.
La tecnología 4G (Lte) sustituirá, tarde o temprano, a la 3G
El lado oscuro de este supuesto es que, a día de hoy, la velocidad 4G aún está en proceso de crecimiento. Así las cosas, existen demasiados lugares en las ciudades que carecen de esta conexión, por lo que el teléfono cambia constantemente entre redes 3G y 4G, proceso que realmente consume mucha batería.

Por esta razón, sólo merecerá realmente la pena tener activada esta tecnología cuando se tenga la certeza de estar en una zona con cobertura 4G.

2) ¿Restan mucha autonomía las notificaciones de Whatsapp, Facebook, etc?

Por todos es sabido que dejar los faros de los coches encendidos durante la noche, puede hacer que al día siguiente tengas que llamar a un amigo y usar unas pinzas. Y obviamente, un "pilotito" que emite luz en un móvil, no iba a ser menos.

Aun así, el consumo de la tecnología LED es relativamente bajo. No obstante, cuantas más notificaciones se deseen recibir, más energía se utilizará para este fin. Por lo tanto, es mejor activar únicamente los avisos luminosos que realmente sean necesarios.

3) ¿Ir cerrando 'apps' cuando no las estamos usando es sinónimo de ahorro de energía?

Por regla general, y aunque se piense lo contrario, la herramienta multitarea (las aplicaciones enviadas al fondo que no se cierran) consume energía de manera muy limitada. El número de apps que un smartphone es capaz de ejecutar al mismo tiempo dependerá de la cantidad de núcleos que contenga su procesador.

Por ejemplo, en iOS las aplicaciones encendidas pero pasadas a fondo (no están siendo usadas activamente) consumen muy pocos recursos.

En Android y Windows Phone, donde estas apps dejadas a un lado consumen algo más de batería, sí que es aconsejable ir cerrándolas si no se van a utilizar. Ya no para ahorrar batería, sino para hacer un mejor uso de la memoria del teléfono.

4) ¿El brillo de la pantalla o el número de 'widgets' en los múltiples escritorios consumen mucha batería?

La pantalla de nuestro móvil es el componente que más batería consume y un mayor brillo requerirá de mayor cantidad de energía. Por esta razón, sólo es aconsejable aumentar el brillo cuando la luz ambiental sea tan intensa que no permita ver con claridad (y comodidad) la pantalla de nuestro teléfono.

Si se desea ahorrar en autonomía, es aconsejable usar el nivel de brillo más bajo posible en tanto en cuanto se acomode a nuestra visión. No obstante, los móviles de última generación están dotados de un sensor de luminosidad que permite ajustar el brillo automáticamente.

Por su parte, con los widgets sucede lo mismo que con las apps de fondo, no consumen excesiva batería, pero si tienen que actualizar información constantemente, necesitarán más recursos del sistema (procesador, memoria, etc.) y, por ende, más energía.

5) ¿Debo dejar que la batería se descargue completamente antes de volver a cargarla?

Si la angustia por salir de casa con un 30% de batería en tu móvil te nubla la visión de futuro, tranquilo, puedes cargarlo unas horas antes de irte sin que éste explote. Esto es así porque la mayor cantidad de baterías que vienen incorporadas a los teléfonos móviles que adquirimos actualmente son de iones de litio (Li-ion), que no sufren el conocido "efecto memoria" que sí padecían las de níquel.

Por este proceso, cuando cargábamos una batería que no se había descargado por completo, se creaban internamente unos cristales en su interior debido a una reacción química al calentarse la batería por su uso o debido a estas malas cargas.

Con las "Li-ion", este fenómeno no sólo desaparece, sino que además puede ser perjudicial para la vida útil dejar que las baterías se descarguen por completo. Por esta razón, los sistemas operativos modernos apagan el teléfono cuando se ronda el 5% de carga.

6) ¿Afecta a la batería dejar más tiempo enchufado el móvil cuando éste ya se ha cargado al 100%?

Si somos dueños de una batería que funciona en perfectas condiciones, no tendría que producirse problema alguno. De hecho, tienen un límite de vida (un total de recargas completas) que oscila en torno a las 1.000 recargas (que se resumen en tres años de uso del dispositivo) y a partir del cual empiezan a cargar menos electricidad progresivamente.

Así que, si nos vamos a acostar dejando el móvil enchufado y temiendo que en lugar de despertarnos la alarma lo haga la explosión del terminal, también podemos respirar tranquilos. No obstante es aconsejable, si se puede, desconectarlo cuando esté totalmente cargado porque la batería puede calentarse y las temperaturas altas pueden degradarla, reduciendo así su vida útil.

7) ¿Hay que dejar que la batería se cargue completamente antes de desconectar el móvil?

En el caso de que sólo se disponga de un tiempo determinado para enchufar un teléfono que pida constantemente una "dosis" de electricidad (con sus relajantes notificaciones rojas), relax. Se le puede conceder el capricho. Esto de cargar el móvil hasta el 100% ya no se aplica a las baterías de iones de litio, así que se puede retirar mucho antes.

De hecho, puede cargarse la batería de manera parcial y el total de recargas aseguradas por el fabricante antes de perder almacenamiento seguirá siendo el mismo.

8) ¿Es mejor cargar la batería con el teléfono apagado?

El mito de apagar el dispositivo a la hora de cargarlo también se extingue. El smartphone puede estar encendido e incluso podemos utilizarlo mientras se carga. No obstante, es aconsejable no ejecutar aplicaciones que consuman excesivos recursos, como juegos o reproducción de vídeos, mientras está enchufado a la corriente. Tomando estas precauciones evitaremos que la batería se sobrecaliente en exceso, afectando a su rendimiento y vida útil.

9) Si estamos en casa y disponemos de conexión Wi-Fi, ¿qué es más aconsejable tener activado para ahorrar batería, la tarifa de datos o el propio Wi-Fi?

Para saber qué tecnología consume más batería de nuestro teléfono hay que tener muchos factores en cuenta. Pero, por norma general, consume más la conexión Wi-Fi que la tarifa de datos. Sin embargo, enfrentando los términos, la conexión inalámbrica gasta más por minuto independientemente de que ésta se encuentre activa o en reposo, mientras que la tarifa de datos (3G, 4G, etc.) gasta más energía por mega transferido.

Todo esto viene a querer decir que en el uso del teléfono para la navegación, la red Wi-Fi es la más indicada. Mientras que cuando el móvil esté de adorno encima de la mesa, recibiendo notificaciones a lo sumo, la tarifa de datos es nuestra mejor aliada. No obstante, estar cambiando de una conexión a otra es un proceso bastante tedioso (máxime cuando queremos escribir un par de líneas en Whatsapp).

Así todo, dado que los planes de telefonía móvil suelen tener limitaciones mensuales en la transferencia de datos, es aconsejable utilizar conexiones Wi-Fi para no exceder ese límite.

10) ¿Es mejor apagar el Wi-Fi cuando sepamos que no hay una antena cerca a la que poder conectarse? (Es decir, por la calle)

En efecto. Los teléfonos modernos siempre permanecen "a la escucha" para identificar redes inalámbricas que estén dentro de su radio de alcance. Y este proceso de "saltos" entre las diferentes zonas de accesibilidad Wi-Fi hace que la batería vaya perdiendo energía.

Por esta razón siempre es aconsejable que desconectemos la conectividad inalámbrica cuando sabemos que no vamos a usarla, para que el móvil no busque siempre conectarse. Al mismo tiempo, esto nos reporta un plus de seguridad y privacidad, dado que nuestro smartphone no estará compartiendo información con "routers" inalámbricos que se encuentren en las proximidades.

En definitiva, las técnicas para ahorrar en autonomía son un auténtico "trabajo de chinos": hay que recordar demasiadas funcionalidades, activar y desactivar otras tantas y, en general, estar preocupado de más por unos cuantos miliamperios de menos. Por lo que, en términos generales y dependiendo de cada usuario y estilo de vida, para economizar la batería de tu smartphone debería bastar con desactivar lo que no se necesite. ¡Buen ahorro!

miércoles, 21 de enero de 2015

La programación informática como herramienta didáctica

En los últimos años se han conocido varias campañas, como La hora del código o El año del código, Code.org, CodeAcademy o CodeClub, que tratan de potenciar la enseñanza de la programación informática en las escuelas. Estas iniciativas ponen el foco en la demanda masiva de programadores que se espera que se produzca en los próximos años y en las excelentes posibilidades laborales que se abren, por tanto, para los jóvenes que aprendan a programar. En un futuro gobernado por las ‘apps’, utilizarlas pero no programarlas, o al menos entender su código, nos condenará a un papel de espectadores pasivos de la tecnología.

Sin embargo, esta idea de enseñar a programar a escolares no es nueva. Ya en los años 80, con el lanzamiento del lenguaje de programación Logo, miles de escuelas, principalmente en Estados Unidos, comenzaron a introducir la programación en sus currículos. No obstante, los objetivos de estas enseñanzas sí eran muy diferentes, ya que estaban motivadas por los beneficios educativos asociados al aprendizaje de esta disciplina.


 

Evidencia científica de los beneficios de aprender a programar en edades tempranas


Así, la comunidad educativa y científica ha colaborado en el desarrollo de estudios que demuestran que los niños que aprenden a programar obtienen mejores resultados en pruebas matemáticas, de razonamiento y de resolución de problemas; demuestran mayor capacidad de atención, más autonomía y un mayor placer por el descubrimiento de nuevos conceptos; desarrollan en mayor grado habilidades cognitivas y socio-emocionales; y demuestran menos estereotipos de género en relación a las carreras STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y menos reticencias para continuar sus estudios y profesiones en estas disciplinas.

A lo largo de las últimas tres décadas, grupos de investigación y universidades han desarrollado diferentes herramientas que han tratado de facilitar el aprendizaje y la enseñanza de la programación, de manera que el alumnado no tenga que aprender una sintaxis compleja y pueda centrarse en los conceptos informáticos sin tener que preocuparse por errores de compilación. En este sentido, el trabajo desarrollado por el grupo Lifelong Kindergarten en el Media Laboratory del MIT destaca por encima del resto, desarrollando herramientas como Scratch y App Inventor, que cuentan con cientos de miles de usuarios en todo el mundo.

Sin embargo, a pesar de todas las ventajas que parece indicar el uso de la programación como herramienta didáctica, también existen estudios que ponen de manifiesto que se requiere un profesorado bien formado para conseguir aprendizajes significativos y útiles, evitando que se convierta más bien en un pasatiempo o una moda pasajera. Aprender a escribir código, sin más, es como aprender a deletrear. Para que se consigan los beneficios esperados se requiere trabajar la lógica y profundizar en los conceptos fundamentales de la programación además de conocer sus funciones más sencillas.

Formación sobre programación como herramienta didáctica


En nuestro país hay un buen número de docentes que llevan años enseñando a programar a estudiantes de Primaria y Secundaria con estas herramientas, y en los últimos meses se ha formado una comunidad, Programamos, que pretende servir de punto de encuentro donde poder compartir ideas, recursos, materiales, dudas y esfuerzos. Se trata, en definitiva, de un sitio ideal para aquellos docentes que quieran comenzar a utilizar la programación en sus aulas.

Hoy en día, igual que la escritura es un elemento básico para desarrollarnos plenamente en la sociedad actual, el ser capaz de manejar activamente dispositivos electrónicos, el entender los conceptos básicos de la programación, la interacción entre los bits y los átomos (a través de la robótica) o de cómo funciona la web, son nuevas formas de alfabetización convenientes para un mayor desarrollo personal.